Los programas de intercambio internacional conectan a un círculo cada vez más amplio de estadounidenses con sus homólogos de todo el mundo. Los programas de intercambio crean oportunidades: oportunidades para que los participantes aprendan, prosperen y trabajen con otros para resolver problemas comunes y garantizar un futuro seguro. Los intercambios crean futuros líderes que aprecian instintivamente el valor de la colaboración internacional, la comprensión y la empatía.
Estados Unidos se enfrenta a la incertidumbre económica y a continuas amenazas a la seguridad nacional. Hacer frente a estos retos requiere estrategias de poder inteligentes que reconstruyan sólidas alianzas internacionales. Al permitir a los estudiantes, profesores, académicos y ciudadanos participantes conocer de primera mano las comunidades y los ciudadanos estadounidenses -y al permitir a los estadounidenses conocer del mismo modo las comunidades y los ciudadanos extranjeros-, los intercambios son un apoyo fundamental para la diplomacia oficial de Estados Unidos y una parte esencial de la construcción de relaciones internacionales para el futuro.
Los intercambios cambian la mentalidad
Las evaluaciones muestran sistemáticamente que los participantes en intercambios extranjeros terminan sus programas con una mejor impresión de su país anfitrión y de su gente. Por ejemplo, los embajadores de Estados Unidos clasifican sistemáticamente los programas de intercambio entre los catalizadores más útiles para el cambio político a largo plazo y el entendimiento mutuo. Una revisión del Servicio de Investigación del Congreso de 29 informes sobre diplomacia pública reveló que la recomendación más común de estos informes era aumentar la financiación de los intercambios.
Los intercambios generan beneficios de por vida para los participantes
Los participantes en intercambios con Estados Unidos, y los estadounidenses en el extranjero, conocen los valores, las costumbres y la forma de hacer negocios del país anfitrión no a través de burócratas o diplomáticos, sino de profesores, estudiantes, familias y voluntarios de todas las profesiones y condiciones sociales. A su vez, las comunidades que acogen a los participantes en los intercambios forjan sus propias alianzas internacionales y aprecian mejor las culturas y valores extranjeros. Todas las personas implicadas en los programas de intercambio, tanto participantes como anfitriones, implican a su alrededor en relación con su nueva exposición internacional, creando un vasto efecto multiplicador.
Los intercambios aportan recursos a las comunidades estadounidenses
Una parte significativa del presupuesto de intercambios del Departamento de Estado se gasta en Estados Unidos, y los estudiantes extranjeros y los visitantes de intercambio gastan importantes fondos personales aquí. Además, la asignación para intercambios impulsa importantes contribuciones, como la exención de matrículas de universidades estadounidenses para becarios académicos y una amplia actividad de voluntariado por parte de estadounidenses.
Los intercambios ayudan a abordar temas críticos
Los intercambios fomentan las aspiraciones de liderazgo entre los participantes. Al fomentar la colaboración en temas como la seguridad nacional, la economía y el comercio mundial, la energía, el cambio climático, el terrorismo y la no proliferación nuclear, los intercambios crean generaciones de líderes con contactos y experiencia en todo el mundo, líderes que comprenden la trascendencia y la importancia del compromiso y el entendimiento generalizados e incorporan instintivamente lo internacional a su vida y su trabajo cotidianos.